29a. De este
modo podemos ahora determinar con mayor precisión la relación que existe en la
vida de la Iglesia entre el empeño por el orden justo del Estado y la sociedad,
por un lado y, por otro, la actividad caritativa organizada. Ya se ha dicho que
el establecimiento de estructuras justas no es un cometido inmediato de la
Iglesia, sino que pertenece a la esfera de la política, es decir, de la razón
auto-responsable. En esto, la tarea de la Iglesia es mediata, ya que le
corresponde contribuir a la purificación de la razón y reavivar las fuerzas
morales, sin lo cual no se instauran estructuras justas, ni éstas pueden ser
operativas a largo plazo.
29b. El deber
inmediato de actuar en favor de un orden justo en la sociedad es más bien
propio de los fieles laicos. Como ciudadanos del Estado, están llamados a
participar en primera persona en la vida pública. Por tanto, no pueden eximirse
de la « multiforme y variada acción económica, social, legislativa,
administrativa y cultural, destinada a promover orgánica e institucionalmente
el bien común ». La misión de los fieles es, por tanto, configurar
rectamente la vida social, respetando su legítima autonomía y cooperando con
los otros ciudadanos según las respectivas competencias y bajo su propia
responsabilidad. Aunque las manifestaciones de la caridad eclesial nunca pueden
confundirse con la actividad del Estado, sigue siendo verdad que la caridad
debe animar toda la existencia de los fieles laicos y, por tanto, su actividad
política, vivida como « caridad social ».
29c. Las
organizaciones caritativas de la Iglesia, sin embargo, son un opus proprium suyo,
un cometido que le es congenial, en el que ella no coopera colateralmente, sino
que actúa como sujeto directamente responsable, haciendo algo que corresponde a
su naturaleza. La Iglesia nunca puede sentirse dispensada del ejercicio de la
caridad como actividad organizada de los creyentes y, por otro lado, nunca
habrá situaciones en las que no haga falta la caridad de cada cristiano
individualmente, porque el hombre, más allá de la justicia, tiene y tendrá
siempre necesidad de amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario